- Dos campesinos beneficiarios de Visión Amazonía, que hoy le apuestan al desarrollo rural sostenible, hicieron parte del panel ‘Hambre CERO y adaptación climática’ en Agroexpo 2023.
- Los campesinos le contaron al país dos historias de transformación productiva junto a iniciativas como los arreglos agroforestales o el incentivo forestal amazónico de Visión Amazonía.
- Los testimonios de Yerly Yamile Zuluaga y Argemiro Niño fueron aplaudidos por sus contribuciones a la seguridad alimentaria, la adaptación del campo al cambio climático y el desarrollo rural sostenible.
Noticia publicada por Visión Amazonía.
Bogotá, julio 25 de 2023. El campo y, más precisamente, la Amazonía están siendo el epicentro de una transformación en Colombia, y para contárselo al país qué mejor que la voz de sus protagonistas: los campesinos.
Yerly Yamile Zuluaga y Argemiro Niño son dos campesinos amazónicos que trabajan todos los días por la seguridad alimentaria, la adaptación al cambio climático y el desarrollo rural en armonía con la naturaleza, junto a Visión Amazonía como principal aliado.
Sus testimonios fueron oídos por el país en el marco el panel ‘Hambre CERO y adaptación climática’, llevado a cabo durante la feria Agroexpo 2023, que contó con la participación de Sandra Vilardy, viceministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
En palabras de la viceministra, el panel tuvo el privilegio de contar con “dos protagonistas de la transformación productiva del campo colombiano”.
El hacha que taló el árbol
Argemiro Niño reconoce que, por muchos años, deforestó la Amazonía. Con hacha y machete en mano, se dedicó a derribar el bosque para hacer lugar a más ganado.
Un día, al ver el deterioro de la tierra y la ausencia de vida en esta, don Argemiro se dio cuenta de que había abusado de la naturaleza y se propuso enmendar su error.
Decidió que, a partir de este momento, iba a dedicarse a restaurar el bosque amazónico. Sin embargo, un primer obstáculo se interpuso en su misión: los recursos económicos.
“Restaurar sale más caro que conservar, y ahí lo entendí. Con el pisoteo del ganado le hacemos mucho daño a la naturaleza”, señaló Niño.
Acudió a Finagro, la entidad especializada en financiamiento para el sector agropecuario, donde le comentaron que un programa del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, apoyado por la cooperación internacional, podía incluso pagarle por restaurar la Amazonía.
“Me dijeron que podía perdir un crédito al Banco Agrario, firmar un acuerdo de conservación de bosque con Visión Amazonía y que así podía acceder al incentivo por cumplimento de acuerdos de conservación. “Por cuidar la naturaleza obtendría un incentivo y era lo que yo necesitaba”, señaló don Argemiro, quien emprendió junto a Visión Amazonía un proceso de reconversión productiva a partir del tránsito de la ganadería de pastos y forrajes a la ganadería sostenible.
A la fecha, este hombre se enorgullece de haber plantado cañeros altos (árboles de gran altura) en la mitad de su finca, que cuenta con 140 hectáreas de extensión.
“Esos árboles grandes producen frutos, y ahí también conservamos micos, guacharacas, borugos, dantas y venados. Vamos a conservar el monte y las fuentes hídricas. Si los vecinos no nos comprometemos a conservar nuestro terreno, ¿qué será de nosotros?”, es el mensaje de este campesino.
Cacao, la unión de productividad y conservación
Yerly Zuluaga ya había trabajado el cacao, pero desde hace un tiempo empezó a hacerlo con un nuevo enfoque: creó un sistema agroforestal que conserva la naturaleza y mejora la productividad de su tierra.
Ella, al igual que don Argemiro, se acercó a Finagro en busca de un capital semilla que le permitiría sembrar más semillas de cacao y allí le comentaron que Visión Amazonía estaba en búsqueda de cacaoteros que quisieran hacer la diferencia.
El personal de Visión Amazonía le pintó un sueño muy realista: cinco hectáreas de cacao que le apuesten a la conservación del bosque amazónico, con una gran biodiversidad dada por diferentes especies de cacao e, incluso, con corredores biológicos conectados directamente con la espesura, de tal manera que mitigue sus impactos en el ambiente.
Con el objetivo en mente, Yerly Zuluaga dio el sí y empezó a producir un cultivo de cacao con buenas prácticas que eran extrañas para ella, pero que rápidamente apropió.
“Hice un sistema agroforestal con cacao. Tengo un área de conservación y un corredor biológico que interconecta el bosque, los sistemas productivos y todo vuelve al bosque. Tengo cacao teca, acacia, melina y árboles nativos”.
Motivada por los logros conseguidos, Yerly quiso aportar aún más a la sostenibilidad, y un día reflexionó: “el cultivo de cacao deja muchas bolsas tiradas, más de 2.500. Decidí mitigarlo de tres formas”.
Junto a Visión Amazonía, esta campesina fue capacitada para aplicar tres métodos diferentes para cultivar cacao sin dejar estos residuos plásticos:
- Siembra directa: “hicimos el trazado, coloqué la estaca y luego la semilla”, narra Zuluaga.
- Siembra por repelón: “aprendí a hacer un germinador y voy sacando la plantica con tierra y la paso al campo”, explica la campesina”.
- Siembra a chuzo: “cojo una vara, le saco punta y hago y el hueco, para pasar la planta con mucho cuidado”, precisa Yerly.
Al hacer un balance de su experiencia aportando al desarrollo sostenible de la Amazonía, Yerly es enfática en afirmar que “con el incentivo mejoré la parte productiva, porque compré maquinaria; una estacionaria que me permite hacer mejor el sostenimiento de cuatro hectáreas y de una en producción. Entonces aumenté la productividad, pero también hice un arreglo forestal que conserva”, puntualiza.