- La asistencia técnica promueve la reconversión productiva y posiciona un modelo de desarrollo forestal sostenible donde los bosques pasan a un lugar importante en la economía campesina.
- La planificación predial, seguridad alimentaria, mejoramiento del modelo de negocio hacen parte de las labores de un extensionista para la Amazonía.
- Extensión rural, instrumentos financieros verdes con incentivos a la conservación hacen parte de la estrategia para contener la deforestación de la mano de los campesinos.
Noticia publicada por Visión Amazonía.
San Vicente del Caguán, abril 4 de 2023. Escuchar un médico veterinario hablando de conservación de bosques y siembra de árboles no es normal. Germán Endo, es egresado de la Universidad de la Amazonía, se capacitó como extensionista rural agroambiental con énfasis en la Amazonía colombiana y ahora trabaja en el municipio de San Vicente del Caguán prestando asistencia técnica a 42 familias campesinas, pequeños productores ganaderos, que pidieron un crédito verde con incentivo a la conservación del programa REM Visión Amazonía y el Banco Agrario.
El extensionista Endo se transporta en moto por las incipientes vías rurales del municipio, a veces hasta 4 horas para llegar de un predio a otro. Su vida, un poco nómada entre semana, debido a las grandes distancias, requiere de mucha planeación para hacer eficiente cada una de las visitas y sobre todo encontrar a los usuarios en la finca y poder trabajar involucrando a toda la familia.
El acompañamiento puede variar entre 1 y 3 días en cada visita, lo que significa que los usuarios, generalmente disponen un lugar para que el médico pase sus noches mientras reciben el acompañamiento. Esto da lugar a la amistad, la familiaridad y sobre todo la confianza, factores importantes de esta relación laboral.
En el caso de los usuarios de San Vicente del Caguán, todos son créditos para reconversión ganadera, principal actividad económica de la región. Como estos créditos están dirigidos a pequeños productores, las necesidades son muchas. Los créditos se han invertido en temas de reconversión y no en fomento ganadero, porque así se ha diseñado y a través de los años ha demostrado ser lo suficientemente efectivo para contener la deforestación.
“Recordemos que el modelo ganadero que se ha posicionado en la Amazonía colombiana no ha sido el más amigable con los bosques. La colonización y la ganadería extensiva son agentes de la deforestación. Los grandes potreros, totalmente descubiertos hacen parte del actual paisaje en el norte de la Amazonía colombiana, también considerada como el arco de la deforestación y eso es lo que estamos revertiendo” manifiesta Yezid Beltrán, líder del pilar de Desarrollo Agroambiental de Visión Amazonía programa REM.
Precisamente, promoviendo un modelo de desarrollo forestal sostenible y la reconversión de la ganadería en la región, se diseñaron dos instrumentos financieros verdes con incentivo a la conservación del bosque, que logran producir más leche o más carne en las mismas áreas intervenidas sin tener que derribar más bosque para nuevas praderas, alcanzando mayor rentabilidad económica familiar y respeto por el ambiente amazónico.
La apuesta de la extensión rural nace en el marco de la ley 1876 – Sistema Nacional de Innovación Agropecuaria, que acompaña a los créditos verdes, fomenta la seguridad alimentaria y promueve la liberación de áreas para la regeneración natural, protección de fuentes hídricas y siembra de especies forestales en la división de potreros, para sombra, bienestar animal y alimento.
Diferentes profesionales capacitados como extensionistas agroambientales con énfasis en la Amazonía colombiana prestan el servicio. En el caso de Jasbleidy Cala, médica veterinaria y también extensionista de Visión Amazonía fue más allá. Compró una finca ganadera y los fines de semana, junto a su esposo y sus hijos trabajan en un piloto de reconversión en Cartagena del Chairá, donde frecuentemente recibe visitas de otros productores que quieren replicar el modelo que ha sido exitoso y del que todos hablan en el pueblo.
Los extensionistas inicialmente recorren el predio no sólo con el propietario del crédito sino con toda la familia, identificando las áreas de producción y las de conservación. Participativamente hacen la planificación del predio, visualizando el futuro de los bosques y promoviendo la conservación. Seguidamente se empieza con la reconversión productiva y se promueve la seguridad alimentaria. Mes a mes se hacen diferentes actividades como la división de potreros, la siembra de especies forestales nativas para sombra, forrajeras para alimentos y protectoras para garantizar el agua en periodos de sequía.
La amistad y la confianza entre los extensionistas y las familias campesinas es un hecho. El médico Endo ya tiene 3 ahijados en las veredas de San Vicente del Caguán y varios casos de éxito en temas de reconversión ganadera. En el encuentro de extensionistas que tuvo lugar en Puerto Rico, Caquetá, presentó las cifras de terneros, litros de leche por vaca, áreas liberadas, árboles sembrados por predio, en general con mucho orgullo, una reconversión efectiva. Los grandes y desnudos potreros que conoció hace 3 años, hoy son más pequeños, con corredores verdes, con árboles para sombra y con especies para alimentar el ganado y/o la familia.
Así las cosas, estos profesionales forman parte del grupo de extensionistas rurales con énfasis en la Amazonía colombiana que han incorporado la conservación de los bosques en un sistema productivo que pide a gritos ser replicado por otros programas y proyectos que llegan a la región buscando mantener el bosque de la mano de las comunidades locales. “En la Universidad nunca hablamos de árboles, la carrera tiene un énfasis en curar enfermedades y en genética, pero jamás con ese enfoque ambiental que requiere la Amazonía. Ahora reconozco especies, sé de usos y servicios ecosistémicos y cuando recorro los potreros y el bosque de mis usuarios, mi visión es diferente, ya el árbol hace parte de mi paisaje profesional” expresa el medico Endo.
La asistencia técnica incluye el cubrimiento de otras líneas de crédito como sistemas agroforestales con caucho, cacao y productos no maderables del bosque. Para ampliar los resultados de la extensión rural en el proceso de contención de la deforestación se adelanta un convenio con la Red Caquetá Paz donde ingresaron 16 extensionistas en Caquetá y 10 en Guaviare.
Actualmente el programa Visión Amazonía presta la asistencia técnica directamente con 104 extensionistas en los departamentos de Caquetá y Guaviare, también con los créditos verdes y mediante convenios con las Alcaldía de San Vicente del Caguán, Cartagena del Chairá, Morelia, Albania, San José del Fragua, Belén de los Andaquíes en Caquetá y San José del Guaviare, El Retorno y Calamar, en Guaviare alcanzado 4.943 familias en la Amazonía colombiana. Esas familias han firmado acuerdos de conservación por 72.071 hectáreas de bosque natural. En total, Visión Amazonía tiene vinculadas a la fecha 12.423 familias campesinas y 299.210 hectáreas bajo acuerdos de conservación.